las personas nos unimos para una causa común.
¿Puede una organización crecer sin propósito? SI, ¿puede, incluso ser millonaria y exitosa? Si, ¿puede trascender y aportar a la vida de las personas, a la sociedad y al planeta? No necesariamente
Si bien en el contexto capitalista, las empresas en su mayoría, han optado por enfocarse en las ganancias, ha llegado un punto en el que, como humanidad, hemos comenzado a voltear a nuestro interior para re-definirnos y contestar a preguntas como: ¿para que hacemos todo lo que hacemos? ¿qué sentido tiene?, y con estas sencillas preguntas, devienen otra serie de interrogantes que nos hacen reflexionar y regresar al inicio, cuando los primeros humanos se unieron para crear organizaciones, qué era lo que pretendían, qué buscaban aportar, solucionar o crear y a fin de cuentas: para qué.
El propósito de una organización es el PARA QUÉ hacemos lo que hacemos; este le confiere rumbo y guía al momento de tomar de decisiones, así mismo fomenta la unión de quienes la conforman, ya que por instinto natural, los humanos buscamos aliados con quienes unirnos por una causa común.
Existen muchas “fórmulas” para llegar a encontrar este propósito, tanto de manera individual como organizacional, de los cuales podemos destacar dos modelos que nos ayudan con ello:
Golden Circle, Simon Sinek: Por medio del cual se identifica y define el “por qué” se crea una organización, posteriormente “cómo” lleva a cabo esta razón de existir y por último, “qué” es lo que realiza la organización; el modelo presenta que lo que es más visible es el “qué” y por ello está en el círculo externo, a diferencia del “por qué” el cual es el círculo más interno que a su vez representa que es el núcleo, la base y la esencia de la cual debe partir toda organización.
Los dos días más importantes de tu vida son:
El día en que naces…
y el día en que descubres para qué.
– Mark Twain –
IKIGAI: es un modelo muy práctico y personal, por medio del cual se identifica el propósito individual a través de una serie de reflexiones relacionadas con los propios gustos, pasiones y habilidades, y por otro lado considera el contexto en el cual se desenvuelve la persona. Dado que es un modelo personal y que cada individuo y su contexto evolucionan, es natural que el propósito cambie a lo largo de las etapas de la vida.
Para poder vivir el propósito, las organizaciones deben anclar a éste sus valores. En los siguientes episodios abordaremos qué son, para qué existen y cómo definirlos.